viernes, 7 de junio de 2013

San Andrés Cuexcontitlán, Historia y Actualidad.


San Andrés Cuexcontitlán, Historia y Actualidad.

Pueblo Otomí (hnini ñatho)

 

                                                                                            Por Jesús Rojas Álvarez.

 

Presentación:

 

Las personas pueden y deben conocer sus propios antecedentes: cómo, cuándo y por qué le ha tocado vivir en determinado territorio. Así como identificar aquellos elementos que hacen posible la vida en un aquí y en un ahora. El aquí y el ahora son posibles puesto que  hubo alguien que hizo algo aquí, en otro tiempo pasado (Heller, 2002).

                                                                                                        

 San Andrés Cuexcontitlán de Hidalgo, como pueblo Otomí (hnini ñatho), tiene una trayectoria que conviene estudiarlo para reflexionar sobre lo que debe tenerse como bueno y lo que debe señalarse como error. Para apreciar su entorno natural, admirar su arquitectura, disfrutar de sus danzas y otras bellezas con que cuanta este pueblo.  

 

Aquí presento sólo algunos datos de lo que es Cuexcontitlán, lugar entre trojes,  pero no por ser pocos deja de tener relevancia o se deje de seguir investigando al respecto. Por el contrario, espero que esta sea una forma de provocar preguntas que permitan ampliar y profundizar algunos temas en particular. En este escrito aparecen algunas palabras traducidas al Otomí (Ñatho) y aquí aparecen entre paréntesis.

 

I. Denominación y toponimia.

A. Geroglífico

El jeroglífico que da cuenta del origen y significado del pueblo está ubicado en la parte céntrica de San Andrés Cuexcontitlán, en las esquinas que forman las calles de Colón e Hidalgo. Esta pieza nos señala que Cuexcontitlán es una palabra de origen náhuatl, que literalmente significa “entre trojes”, de cuexcómatl, troje o troxa y titlán, entre (Topónimos de los Pueblos del Municipio, H. Ayuntamiento de Toluca, 1984).

 

B. Nombre Religioso

El nombre “San Andrés” se debe a la tradición de los conquistadores de darle el nombre de un santo a cada pueblo que dominaban.

 

C. Designación Actual

Otra parte del nombre que recibe el pueblo es el de un héroe nacional y por acuerdo de cabildo del cuatro de diciembre de 1986 se le otorga el de Hidalgo. Por lo que el nombre completo de esta delegación es: San Andrés Cuexcontitlán de Hidalgo y Costilla.

 

Cabe mencionar que, según la Biblia cristiana el Apóstol  Andrés es el Santo Patrón  que merece una celebración espacial el 30 de noviembre y segunda semana de enero. Este santo fue uno de los apóstoles de Jesús el Cristo según el Nuevo Testamento. Andrés tiene su importancia en ser un pescador de oficio pero cuando se une a  Jesús se convierte en un ferviente “pescador de hombres”, con el propósito de unirse al movimiento humanista a través de las enseñanzas sobre Dios. La efigie del Santo Patrón Andrés es particular por su cruz en forma de “X” en uno de sus hombros y un pescado en otra de sus manos. Alrededor de esta imagen, que se exhibe a la entrada de la parroquia, se lleva a cabo la espiritualidad y unidad del pueblo (Mondragón, 1990).   

 

Por su parte, Don Miguel Hidalgo y Costilla fue uno de los iniciadores del movimiento de la Independencia de México, considerado el Padre de la Patria. Conocedor de los principios de libertad y confraternidad se preocupó por terminar con las injusticias que padecían gran parte de la población de su tiempo. En diciembre de 1808 conoció al capitán Ignacio Allende, al teniente Mariano Abasolo, a Miguel Domínguez y a su esposa Josefa Ortiz y al obispo de Michoacán Manuel Abad y Queipo. Y a inicios  de 1810 se entera del plan revolucionario de Manuel Iturriaga. Hidalgo aceptó iniciar el movimiento de independencia el 15 de septiembre de 1810. Existe un monumento, tallado en piedra, dedicado a este héroe construido en el año de 1929, se encuentra ubicado frente al edificio de la delegación de esta localidad.  En el centro del Jardín denominado El Mártir Otomí en honor a los indios otomiés fusilados (sin juicio alguno) en 1811, en el Centro de la ciudad de Toluca al unirse con el Movimiento independista de Don Miguel Hidalgo (citado por Rojas, 2000).   

 

II. Espacio físico.

 

A. Localización

Mondragón (1990) menciona que San Andrés Cuexcontitlán se localiza a seis kilómetros y al norte de la ciudad capital del Estado de México, Toluca. Se sigue la carretera estatal rumbo a Temoaya y a quince o veinte minutos se encuentra este pueblo.

 

Colinda con otros pueblos como se describe a continuación. Al norte con el Municipio de Otzolotepec, al sur con San Cristóbal Huichochitlán, al oriente con San Mateo Otzacatipan y ejidos de San Cristóbal Huichochitlán y al poniente con San Pablo Autopan.

 

Su extensión territorial alcanza los 134,409.54 m2.

 

Tiene las coordenadas: latitud norte 19°21’ 16’’ y longitud oeste 99°37’30’’, con una altura de 2590 metros sobre el nivel del mar.

 

Esta altura lo sitúa en los climas según la época del año. Siendo templado subhúmedo con lluvias en verano que es cuando hay mayor humedad, semifrío  subhúmedo con lluvias en otoño y con más frío en invierno (Atlas de Delegaciones Municipales, 1997- 2000).

 

B. División Política

Esta demarcación se subdivide en secciones y son siete en total. Las primeras cuatro se ubican alrededor de la zona céntrica. Otros están hacia al norte, de donde la Sección Cinco se divide en dos, una parte hacia el oriente y otra más hacia el poniente. Mientras que más hacia el oriente se ubica la Sección Seis. Y la Sección Siete se localiza más hacia el norte y colinda con el municipio de Otzolotepec.

 

Además existe la tradición de nombrar como barrios a estas secciones:

 

No.
Barrio
Sección
1.
San Andrés
Uno
2
La Natividad
Dos
3
Santa Rosa
Tres
4
La Concepción
Cuatro
5
San Diego de los Padres
Cinco A y Cinco B
6
Jicaltepec y La Loma
Sección Seis
7
La Y y La Revolución
Sección Siete
8
La Providencia
Una Parte de la sección Siete

       

Las subdelegaciones son: Ejido de San Diego de los Padres de Cuexcontitlán, Jicaltepec Cuexcontitlán, La Loma Cuexcontitlán y Ejido de San Diego de los Padres.

 

Políticamente esta organizado como a continuación se menciona. Las autoridades máximas de la comunidad son los Delegados Municipales y los Subdelegados Municipales (a’te). Todos se integran por un primero, un segundo y un tercer delegados en cada uno de los niveles. Y además de una comisaría ejidal con sus respectivos integrantes. Se cuenta con tres pozos de Agua potable operadas por comités. Y estos se localizan en la Sección Dos, en la Sección Tres y otra más en la Sección Cuatro (Rojas, 2000).

 

 

C. Entorno Natural

 

Su orografía está dada por una elevación compuesta por piedra. El barrio de la Loma o Sección Seis, tiene poca cantidad de tierra fértil, por ello para los pobladores es una fuente de ingresos puesto que la explotan para elaborar artesanías diversas y/o material para la construcción. Desde este lugar se tiene una vista panorámica y  amplia sobre toda la superficie que ocupa San Andrés.

 

Su suelo es de tipo aluvial, material que capta muy bien el agua de lluvia para conservar la humedad. Esta riqueza provoca la germinación de cualquier semilla y también facilita la actividad en el campo bajo la categoría de temporal.

 

Por este territorio cruzan dos ríos que van de sur a norte y terminan en el Río Lerma. Estos canales llevan agua principalmente que proviene del Nevado de Toluca, como desagüe de la ciudad de Toluca y conduce las aguas sucias y de lluvia de la propia comunidad.

 

La temperatura media anual es de 12.6 grados centígrados, mientras que las más altas se registran durante los meses de abril, mayo y junio; las más bajas durante diciembre y enero.

 

Las precipitaciones de mayor cantidad ocurren en junio, julio, agosto y septiembre con 138. 8, 157.2, 148 y 126 mm, respectivamente. Siendo una media anual de 785.5 mm. (Atlas, de Delegaciones Municipales, 1997-2000).

 

Su flora está determinada por  ser una zona de temporal. Ello nos permite cosechar maíz en diferentes presentaciones: blanco, amarillo, rozado, negro. Además de frijol, haba, calabazas y chilacayotes; todas estas plantas dan sus flores en colores y tamaños diversos. Las flores de zempazuchitl o flor de muerto (doni aima)  con colores amarillas (k’axti) y rojas (theni) que deleitan la vista del visitante.

No menos importancia tienen aquellas plantas silvestres que crecen en las milpas (huähi), veredas (ñ’u), laderas y caminos de terrecería, así como las plantas de ornato de muy variada coloración, olor, tamaño y formas.

 

Otro elemento natural son los dos bordos (z’abi) que sirvieron, hace 30 años, para almacenar agua y para que meses más tarde sirvieran para regar algunas tierras antes de la siembra de cada ciclo agrícola. Actualmente permanecen los cercos de tierra con árboles (xits’a) de sauce llorón. Situación que da un atractivo visual y hasta para el esparcimiento de algunas familias, los árboles dan su sombra y frescura. Este lugar se encuentra al norte y a unos tres kilómetros del centro del poblado.

Estos dos bordos actualmente se usan únicamente para la siembra y cosecha del maíz o dethä.

  

III. Historia


A. Época Prehispánica

Los otomíes han sido clasificados dentro de la cultura preclásica. El conocimiento de la lengua otomí se debe en parte, por las investigaciones del famoso y culto Fray Manuel Nájera de San Juan Crisóstomo cuyo pasado e idioma las relacionó con el chino. Este grupo ocupó pocas regiones de agricultura avanzada y no vivir en ciudades, su nivel cultural que aunque típicamente mesoaméricano era inferior al de los naua urbanos (Carrasco, 1979).

 

La familia otomiana de Mesoamérica se divide en dos grupos: los otomíes, mazahua, matlazinca y ocuilteca, estos de alta cultura mesoaméricana; y el pame y chichimeca-jonaz, conocidos por su pasado como recolectores del Norte de México. Los otomíes tienen semejanzas culturales con los tepanecas: los tepanecas tenían por dios a Otonteuctli, señor de los otomíes, díos de los otomíes, matlazinca y mazahua. Estas semejanzas llegan al Valle de Toluca, ya que en esta parte se hablan los tres idiomas. Galinier (1987) refiere que los otomíes se asentaron  en el centro de México y que en Jilotepec se puede considerar el primer centro político de este grupo humano. También existe la opinión de varios autores que sostienen el supuesto de que estos ocuparon el altiplano de 1 200 a 1400.  En este valle, a su llegada, en 648 de los matlazincas se encontraron ya con los otomíes.

 

Ahuízotl, mandado por Axayácatl, sometió a San Andrés Cuexcontitlán por el año de 1490 (Mondragón, 1990).

 

B. La Colonia

En su monografía, Mondragón (1990) reconoce que en el año de 1520, por primera vez, fueron recibidos un grupo de indios de San Andrés Cuexcontitlán por Hernán Cortés, este encuentro fue motivado por agresiones que recibían de los matlazincas. Ello provocó que Cortés mandara a Gonzalo de Sandoval  a conquistar esta provincia. A lo anterior siguió la evangelización de los naturales, a cargo de los franciscanos, fenómeno que modificó radicalmente su modo de vida.

Las haciendas, durante la colonia y la consolidación de la revolución mexicana, tuvieron gran importancia. Primero, la colonia les arrebató sus tierras convirtiéndolos en miserables. Segundo, que durante el reparto agrario fueron beneficiados para poseer tierras y tuvieran un medio de subsistencia.       

C. La Revolución

Algunos ancianos recuerdan que los zapatistas y carrancistas llegaron a estos territorios buscando hombres para adherirlos a sus filas para continuar con la guerra revolucionaria. Algunos hombres sí les agradaba participar, pero otros se escondían para evitar enfilarse a ellos. Por otro lado, el ejército federal buscaba a los hombres jóvenes para ser reclutados y ser llevados a luchar contra los revolucionarios. Aquí la lucha era mayor. Los familiares de estos jóvenes hacían hasta lo imposible por esconder a sus hombres para evitar ser llevados a la fuerza (entrevista a Juan Rojas).

El movimiento revolucionario tuvo sus repercusiones en San Andrés, puesto que las tierras que durante la colonia les fueran arrebatadas a los indios de esta zona, regresaron a formar parte de sus bienes ejidales.  Así, las haciendas de Jicaltepec y de San Diego de los Padres, principalmente, fueron devueltas a sus antiguos poseedores (entrevista a Pascual Díaz).

 
D. Siglos XX y XXI
 

Demográficamente existe una población total de 28,148 habitantes.  De esta cantidad 13,955 son hombres y 14,193 mujeres (INEGI, 2005).


Existen actualmente 24 escuelas, de los cuales 10 son de nivel preescolar, 10 primarias, tres secundarias y dos de nivel bachillerato general.

En cuanto a religiones destaca la superioridad numérica de católicos, concentrados en una Parroquia (nijo), y 5 capillas distribuidas en los diferentes barrios. Y los evangélicos se desenvuelven en 12 templos  también diseminados en todo el pueblo.
 
Las fiestas (tsoingo) se clasifican en cívicas y religiosas. Las primeras consisten en celebrar fechas que el calendario nacional recuerda por los hechos históricos de trascendencia, 15 y 16 de septiembre y 20 de noviembre principalmente, en ellas participan deportistas, escuelas, y delegados municipales.

Las fiestas religiosas destacan por la gran cantidad de personas que participan y los recursos financieros destinados. En todo el pueblo destaca la celebración al Santo Patrón Andrés. Su día es el 30 de noviembre, se le lleva música de viento, flores y fuegos pirotécnicos. Para continuar con esta celebración, durante la segunda semana de enero se organizan grupos de danzantes de “Los Toritos” (nidata). Estos toritos y sus danzantes recorren por una semana, para hacer en grande el jolgorio, las casas de gran parte de la población, donde reciben tamales, refrescos y otros alimentos, y se termina con la quema de estos en fuegos artificiales y con los respectivos juegos mecánicos para divertir a chicos y grandes (Rojas, 2000).     

Existe una Casa de Salud que da atención primaria a padecimientos (gihi) diversos a niños, mujeres, adultos y ancianos. Este servicio es insuficiente dada la cantidad de población, por lo que para la cura de enfermedades se recurre a médicos particulares que han llegado a instalarse en diferentes puntos de San Andrés.

La actividad económica principal es la agricultura a menor escala, la elaboración y venta de artesanías, como obreros en factorías en los corredores industriales. Otros, que son los menos, tienen una profesión y se emplean en los centros urbanos.

La época contemporánea ha traído cambios importantes en la composición social y cultural de la comunidad. El número de habitantes creció demasiado, esto redujo los espacios destinados a la producción agrícola. Actividad que dejado de tener importancia. Situación que depuso  a muchos hombres y a no pocas mujeres de trabajo, que antes contaban  un medio de subsistencia ya sea como empleados o como autoempleados.

La consolidación del papel de las escuelas gracias a la ampliación de su cobertura y los niveles de atención provoca los cambios en los hábitos y costumbres. Se ha dejado, por ejemplo, de practicar la cocción de esquites (t´ihi) y palomitas (maxke) de maíz (detha) en un fogón en el patio de la casa y por las mañanas. Casi en todas las casas y de madrugada se veía el humo del rastrojo quemándose para preparar la ceniza (b´ospi) caliente (pa), en seguida, los hijos, el papá y los abuelos dispuestos en un círculo junto al fogón para arrojar granos y esperar su cocción. Esto era una forma de comunión y acercamiento familiar (entrevista a Andrés Rojas). Ahora, las mañanas (nxudi) sólo se ocupan para preparar la ida a la escuela y al trabajo fuera del pueblo. Lo que provoca el alejamiento entre los integrantes de las familias.

Lo anterior tiene ventajas importantes: se eleva el nivel de escolaridad tanto de hombres y mujeres, algunos tienen una profesión y otros alcanzan niveles de formación técnica. Esto trae prosperidad a las familias que repercute en mejoras a su alimentación, vestido, etc.

  

IV. Patrimonio Cultural



Las expresiones culturales consisten en la arquitectura principalmente, escultura y pintura, primariamente de tipo sacra. Existe también la danza y la tradición oral.


Primero, la arquitectura se circunscribe a la iglesia. Las iglesias de la plaza son dos, una orientada de norte a sur y la otra de oriente-poniente, dispuestos en escuadra, tienen fachadas de estípites populares y rústicos, labrados con piedra y por lapidarios de este lugar. Existe una gran arcada que da acceso al lugar y también denota la presencia de una Capilla Abierta. Quedan las dos iglesias dentro de una barda arcada.


Hay cinco capillas  de construcción reciente en igual número de secciones de san Andrés Cuexcontitlán.

a) Dos capillas abiertas: 

 
La primera de ellas fue construida inmediatamente después de que se terminó la edificación de la iglesia principal, y la más grande, en el año de 1745, consta de tres arcos con base de columnas en piedra, cuyos arcos también son hechas cuidadosamente con el mismo material. Estos arcos hacen también las veces de puerta de acceso  a las dos iglesias, y consta de un gran patio. En esta capilla se celebraban las misas especiales hasta el año de 2003. También es conocida como iglesia a cielo abierto (Artigas, 1995).

 La segunda es de construcción reciente, 2004, y con características arquitectónicas contemporáneas. Tiene una barda perimetral hecha con metal sobre una base de concreto.  Aquí se celebran las misas en fechas especiales: 30 de noviembre y segunda semana de enero. Esta segunda edificación se debe a la ignorancia de los promotores de que ya existía la capilla abierta.
 

b) Ermitas:

 
Los estudios de Gasparini (1997) describen las cinco capillas posas que rodean la doble iglesia del siglo XVIII. Estas se presentan en sus expresiones  barrocas y elaboradas por manos de lapidarios de este lugar. Las tres que se ubican frente a la gran iglesia son de formas barrocas,  con nicho central  y  las laterales de doble arco. Las dos capillas posteriores son de nicho, más sencillas, con sus puertas dispuestas para recibir la procesión. La posa central  tiene sobre la parte posterior de la bóveda la fecha 1777. En la cúpula de las tres capillas del frente se observan unas linternillas muy esbeltas y  gigantes, que le dan un atractivo muy particular.

 

Estas cinco capillas forman una figura rectangular, de ciento cincuenta metros en la parte más corta y doscientos veinticinco metros en la parte más larga, concluye el mismo Gasparini. 

c) Escultura

La escultura se da principalmente por la piedra que se extrae de la Cantera del Barrio de La Loma, ello da lugar a metates, molcajetes, fachadas de casas, así como de las fachadas de la iglesia principal. Existe una escultura dedicada al Santo Patrón Andrés que está asentada sobre una fuente también elaborada en piedra. No es menos importante una cruz grande elaborada cuidadosamente con piedra y se ubica en uno de los jardines frente a la iglesia.
 

Con este mismo material fueron elaborados dos pájaros, uno en cada lado de la puerta de la iglesia principal (nijo),  que tienen dos funciones. La primera, para expresar el origen del pueblo otomí, según los aztecas, de otomitl (hombre que caza pájaros o flechadores de pájaros). Que en la fachada de la portada de la iglesia principal denota que cargan, junto con otra representación antropomórfica, supuestamente indio otomí,  al mundo. La segunda función es para dar fachada y como ornamento (según testimonio del Profesor Miguel Martínez). Esta forma se encuentra también en la portada de la iglesia de San Cristóbal Huichochitlán, también de tradición otomí.

d) Danza

La danza gira alrededor de la fiesta de San Andrés, es la danza de “los toritos” (nidata).  Esta danza ocurre cada año, donde las personas se agrupan en cuadrillas por afinidad de actividad de los participantes. Así, existen los que se organizan desde un equipo de futbol, un grupo de albañiles, un grupo de artesanos, grupos de comerciantes, etc. Los danzantes se hacen acompañar por un grupo de música viva y juntos recorren varias casas por todo el poblado donde reciben comida y bebidas (danzantes de los “Escoberos”).

La danza más popular es también aquella conocida como “el baile del chiquihuite” o “baile del guajolote”. Esta ocurre principalmente en los festejos tales como casamientos, bautizos y cuando a la muchacha le festejan sus quince años. Se carga el canasto grande con fruta y pan y el guajolote vivo, cuando la música suena se inicia el baile avanzando circularmente (entrevista: Antonio Pérez).    


e) La tradición oral.

 

La tradición oral consiste principalmente en leyendas de terror: Venta de almas, El niño, Se casó con el diablo, la llorona, el charro negro, la cantina abierta de media noche, entre otros. 


f) La Ex Hacienda de San Diego de los Padres, Arquitectura en Destrucción.
 
Existe el casco de lo que fue una hacienda. Se ubica al norte de esta delegación municipal, físicamente se encuentra deteriorada no solo por el paso del tiempo y el abandono sino también por la destrucción intencional hecho por vecinos del lugar y por vándalos.

Lo que se alcanza a observar, porque se ha conservado, nos muestra la belleza arquitectónica que poseyó. Belleza que resalta tanto en su interior como en su exterior. Los vestigios que aun se conservan muestran lo que fueron sus habitaciones, salas de reunión, cocinas; se observan todavía muestras de lo que pudo ser un corral para vacas y ruedo. Hubo posos, una gran barda perimetral. Todo el edificio muestra ventanas y puertas en arcos y otros que fueron rectangulares. Todos con su terminación y fachada con marcos en piedra y tabique rojo. En su interior se observan grandes patios. Aun podemos ver la torre que perteneció a lo que fue una capilla. Cuya construcción data de 1873, según una piedra labrada con esta inscripción y que se conserva en el lado oriente y a la entrada de la capilla.
 

Pero la hacienda parece que fue construido casi un siglo antes, en 1736, según las inscripciones lapidadas en piedras que están a la vista.     

A un lado de este casco viejo, cabe señalar que, para el esparcimiento y el descaso, está casi terminado un parque denominado  “Alameda Norte”.

 
g) Otras muestras de su arquitectura antigua.

En la comunidad podemos observar algunas casas de adobe y techo de teja que fueron construidas durante la primera mitad del siglo pasado. Actualmente se encuentran deteriorados y algunas ya no son habitables.

h) Vestido.

Muchas mujeres conservan el uso del chincuete (njode) con faja (ngut’i) y el delantal y sin faltar el reboso (bayu). Algunas ya usan la ropa comercial como lo hace también el hombre.
 

i) Hábitos y costumbres.
 
En la cocina no se ha deja de usar el fogón (gospi) para preparar los alimentos. Donde el combustible es la leña (zaa), el olote (y´othä), o el zacate (zafani) que resulta de la cosecha del maíz. Con ello las paredes y techos de estos lugares adquieren su color negro por el humo (b´ifi). De allí que las familias prefieran tener su “cocina de humo” (Entrevista: Margarita Romero).

El temascal (ti´ta) es otro de los atractivos de este lugar. Los niños (Bätzihu), jóvenes, adultos y ancianos la usan para bañarse. Sólo hay que calentarlo por unos cuantos minutos antes  y en seguida disfrutar de su vapor y calor (p´a). Hay una en la mayoría de las casas. 

 
j) Lengua. 

Los habitantes de este lugar no olvidan su lengua original: el Otomí (Ñatho). Los adultos la hablan con orgullo y libertad. Aunque niños y jóvenes ya no la practiquen. El otomí es el instrumento de comunicación más habitual de mujeres (b´ehña) y hombres (ñoho). Hasta existen tres escuelas de educación preescolar que hacen su trabajo de forma bilingüe. También hay personas que trabajan en diferentes centros educativos impartiendo la lengua Otomí.


l) Personajes sobresalientes

               Nuestro pueblo tiene personas que han destacado en varios aspectos. Aquí sólo presento a la maestra (xopite) Juana Torres Rojas, persona que surge de una familia sencilla y humilde pero ahora es orgullo de San Andrés por su labor destacada sobre todo en el campo académico y científico. Nació el 24 de junio de 1977, sus padres Alberto Torres Calzada y Leonarda Rojas del Río. Sus estudios básicos y bachillerato sobresalen por su promedio alto obtenido, lo mismo ocurrió durante su formación de licenciatura en la facultad de Ciencias y su Maestría en Ciencias con Opción en Física no Lineal, en la Universidad Autónoma del Estado de México.
 

               Ha participado en diversos eventos académicos: Fluidos: Apellidos de Líquidos y Gases, estados de la materia, XXXIV Congreso Nacional de la Sociedad Matemática Mexicana, XLV, XLVI y XLVII Congresos Nacional de Física, Numerical Methods for Nonlinear Differential Equations. Diplomados: “La Enseñanza del Cálculo” y “La Enseñanza de las matemáticas en el Nivel Medio Básico”.  También ha presentado ponencias tales como “Excitaciones Ópticas en Nanorredes de C60”, “Energía de Rompimiento de la Molécula C60”, “Materiales: influencia de Átomos”. Ha publicado en la revista Ciencia Ergo Sum, Vol.11-2. Julio-octubre de 2004: “Astronomía, Gravitación y Modelos Cosmológicos” y “Theoretical Analysis of the Energy Transfer in a C60 Molecule”.

Obtiene el primer lugar de aprovechamiento al término de los estudios de la Maestría, de donde  la UAEM le otorga la “Presea Ignacio Manuel Altamirano Basilio, versión 2004”. Como profesora se desempeña actualmente en escuelas de nivel medio superior. 
 

BIBLIOGRAFIA.

1.      Artigas, Juan., (1993) “Arquitectura a Cielo Abierto, México”. En Mudéjar iberoamericano, une expresión cultural de dos mundos. Recopilación de Ignacio Henares y Rafael López Guzman. Granada, Universidad de Granada. 

2.      Atlas de Delegaciones Municipales, San Andrés Cuexcontitlán, Toluca, Méx. 1997-             2000.

3.      Carrasco, Pizana Pedro (1979). Los Otomíes, Cultura e Historia prehispánica de los pueblos mesoamericanos del habla otomiana. Edición Facsimilar de la de 1950, Biblioteca Enciclopédica del Estado de México, México.

4.      Galinier, Jacques, Pueblos de la Sierra Madre, Etnografía de la Comunidad Otomí; Instituto Nacional Indigenista, México, 1987.

5.      Gasparini, Graciano, (1997) “Arquitectura Colonial Iberoamericana. Armitano Editores, Caracas, Venezuela.

6.      Heller, 2002, Teoría de la Historia, Fontamara, México.

7.      INEGI, Conteo de Población y Vivienda, 2005.

8.      Mondragón, Bernardo, Delegación Municipal de San Andrés Cuexcontitlán de Miguel Hidalgo y Costilla, H. Ayuntamiento de Toluca, Estado de México. Crónicas Delegacionales, 1990.

9.      Rojas Alvarez, Jesús (2000). Monografía Delegacional, San Andrés Cuexcontitlán, H. de Toluca, México.

10.    Topónimos de  Los Pueblos del Municipio, H. Ayuntamiento de Toluca, Junio  de 1984.

Entrevistas:

1.      Andrés Rojas). 70 años, 2008, Sección Cuatro. San Andrés Cuexcontitlán

2.      Antonio Pérez, 45 años 2008. San Diego de los Padres. .    

3.      Danzante (Omite su nombre) “Los escoberos”, 2002, San Andrés Cuexcontitlán

4.      Juan Rojas, 82 años, 2005,  Sección Cuatro. San Andrés Cuexcontitlán.

5.      Margarita Romero, 68 años, 2008, Sección Cuatro, San Andrés Cuexcontitlán

6.      Pascual Díaz, 85 años. ,  Sección Tres. San Andrés Cuexcontitlán